martes, 14 de noviembre de 2017

El reto de evaluar…


Sobre la educación en México se ha dicho mucho, y se ha hecho aún más, el problema es que hay una parte de la educación en la que se refleja el resultado de todas estas acciones y esa es la evaluación.
Ese proceso, al igual que el concepto mismo de educación, ha transcurrido por un camino lleno de cambios y ajustes que se debaten entre la libre interpretación del profesor y el rigor numérico de los promedios y los niveles de logro.

“Mi maestra me dio un beso a la salida
Porque hice los palitos parejitos
Y me puso un garabato colorado
Que parece que le gusta mi papito…”


Parece broma, pero antes de contar con una evaluación objetiva que reflejara el nivel de logro de los estudiantes, se contaba con una serie de literales que reflejaban dicho nivel desde una perspectiva valorativa.

Para el año de 1957 el acuerdo 5466 de la SEP describe estas escalas en un documento que muestra una escala representativa con letras que iban desde A y MB para el mismo nivel de logro, hasta el E y NA para aquellos que no hubieran conseguido acreditar el curso, por estos años no se habla de un sistema de aprendizaje como tal, la nota está completamente sujeta a la interpretación del docente.

¿El 10 es para dios?

Resultado de imagen para Calificaciones

Es hasta el año DE 1976 en el acuerdo 3810 que se unifican estas escalas de evaluación en una sola, donde la E  de excelente se mostraba como calificación máxima, pero el 10 estaba completamente ausente de la escala MB significaba obtener 8, B, de bien equivalía a 7 y R de regular te otorgaba un 6 de calificación.
Más debajo del 6 se reservaron las leyendas NA, a lo que le correspondía una calificación nula ya que solo los “acreditados” podían contar con un promedio que reflejara su nivel de logro.
Dos años más tarde en 1978 con Fernando Solana como secretario de educación pública se publica el acuerdo 017 con la que se pretende normar el proceso de evaluación y alejarse de las interpretaciones con una escala oficial de calificación del 5 al 10 solo para fines de promedio y su respectiva equivalencia.
Aquí es cuando por primera vez aparece el 10 que refleja una participación Excelente del estudiante, mientras que el 9 se aprecia como Muy Bien, 8 era Bien, 7 era a regular, mientras que 6 reflejaba un desempeño suficiente y 5 significaba no suficiente.

“Mientras más alto volemos, nos duele más la caída”

El año de 1992 trae consigo el acuerdo 165 promulgado por Ernesto Zedillo, quien buscaba hacer más precisa la evaluación y la comparación de los resultados y establece la escala numérica como la oficial, derogando así el uso de las literales y su equivalencia, ésta iba hasta desde la excelencia del 10.0 hasta lo más bajo en el 0.0, pasando por el 4.3, 7.7 y 9.1. donde el alumno era promovido con un promedio mínimo de 6.0.
Los periodos oficiales se establecieron mensualmente y en caso de alguna eventualidad, la calificación mensual podría promediarse con la del mes anterior.
Es hasta el año de 1994 cuando aparece por primera vez el promedio de calificación como tal, utilizando los promedios parciales de los 5 bimestres en el año establecidos hasta este año en el acuerdo 200.

Los ánimos modernizadores trajeron consigo la segunda reforma al sistema educativo nacional en el año 2006 con un modelo basado en competencias para la vida, mismo que buscaba la adquisición de saberes socialmente construidos y la capacidad de aprender permanentemente, entre otras características, sin embargo, un cambio de tal magnitud en el sistema educativo no tuvo una revisión al sistema de evaluación sino hasta tres años después con el acuerdo 499 que estableció nuevamente el uso del promedio al final de los 5 periodos de evaluación y 5 periodos de comunicación de los resultados a los padres de familia.

“Deme una clase particular, señor profesor” 

Para el año 2011 consolida la cultura de la evaluación para la mejora continua en el acuerdo 592, donde la interpretación de la evaluación se centra en los aprendizajes esperados con varios tipos de evaluación: la diagnóstica, que involucra a los saberes previos; la formativa que se centra en los procesos de aprendizaje; la sumativa que busca la acreditación; la autoevaluación que involucra al alumno mismo; la coevaluación que involucra a los estudiantes entre sí; y la heteroevaluación que es en la que interviene el docente.
Estas propuestas van enfocadas a una evaluación diferenciada por alumno y establece estrategias de apoyo en caso de no alcanzar el mínimo aprobatorio.
Se proponen los instrumentos de evaluación con el objetivo de obtener evidencias que sustenten la evaluación que pasa de una boleta a una compleja cartilla que integra tanto una valoración cualitativa como cuantitativa.

José Ángel Córdova Villalobos anula los acuerdos 200 y 499 al promulgar el 648 donde destaca el proceso de aprendizaje como una “responsabilidad docente” y hace oficial la cartilla de educación básica donde además de asentar una evaluación numérica y aunque la escala de calificación con números enteros que incluye al 5 como insuficiente, también hace obligatorio el aprobar primero, segundo y tercero de primaria “por el solo hecho de haberlos cursado”

Después de haber oficializado la acreditación de los primeros 3 años de educación primaria por el solo hecho de haberlos cursado, Emilio Chuayffet Chemor con el acuerdo 685, determina que para el nivel de preescolar solo habrá una referencia cualitativa sin referencia numérica.
Para el nivel primaria en sus 2 etapas, de primero a tercero y de cuarto a sexto, establece que los alumnos que no alcancen promedio aprobatorio arriba de 6.0 podrán permanecer en se grado un periodo más, pero solo una vez durante todo su nivel primaria.

“La maestra de la escuela en la clase se cayó
Hubieran visto el coraje que le dio
Andaba que echaba chispas
Y a todos nos castigó”

En la actualidad la interpretación del docente está ligada por completo a la cultura de la evaluación para la mejora continua.
El acuerdo 696 promulgado el año 2013 amplía la evaluación al proceso y no solo al resultado; debe considerar contextos y no solo evaluar con pruebas, aunado a lo anterior se establece el pase automático por el nivel preescolar y primero de primaria; se condiciona el pase de los siguientes 2 grados a un acuerdo con los padres o tutores en caso de no alcanzar promedio aprobatorio.
Para 4°, 5° y 6° de primaria se podrán sujetar a una “promoción con condiciones” en caso de que el alumno alcance promedio aprobatorio hasta con 2 materias reprobadas y el 6° grado se podrá acreditar si presenta y acredita un examen correspondiente a ese grado.

El sistema educativo nacional ha enfocado su sistema de evaluación en un marco de mejora continua donde por un lado ha desaparecido literales de su sistema y por otro ha hecho obligatoria la promoción de grado por medio del simple acto de presencia.

Y es justamente en esos niveles educativos donde se adquieren y se consolidan los conocimientos sobre los que se fundamenta la adquisición de conocimiento de los niveles posteriores, en los que se presentan evaluaciones estándar a nivel mundial donde nuestros resultados dejan mucho que desear, después de todo, un preescolar que acredito el grado por el simple acto de presencia, no tiene garantía de ser un excelente lector o de haber desarrollado un avanzado sistema de razonamiento.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Hablar de lo que no se sabe.


El método científico es la técnica de la cual se valen los investigadores para poder estudiar a fondo los fenómenos de la naturaleza y así poder establecer patrones; éste se desarrolla bajo ciertas condiciones controladas que facilitan la obtención de datos concretos que dan como resultado hipótesis que tienen que ser verificadas, a fin de cuentas con el mismo método, los mismos datos y en donde el resultado debe ser cercano a el mismo; si el resultado varía mucho utilizando el mismo método, entonces hay algo que no funciona; por tal motivo éste se tiene que repetir varias veces para ver hacia donde “tiende el resultado”.

El uso de grupos de control y grupos de prueba son otros elementos que aseguran la solidez y la fiabilidad en los resultados de un experimento realizado con base en el método científico.

Desde esta perspectiva, el estudio de los fenómenos naturales, como los terremotos, los tsunamis y las erupciones volcánicas se complica por obvias razones, para empezar son fenómenos impredecibles, lo que dificulta la presencia en el lugar y momento exacto donde se manifiestan, de lo cual deriva la poca recolección de datos que se pueden acumular para definir una hipótesis sustentada en dichos datos; son igualmente fenómenos irrepetibles en magnitud y ubicación, lo cual varía las condiciones de ocurrencia de los mismos; son igualmente peligrosos, lo que dificulta una observación directa del mismo sin poner en riesgo la propia vida.

Además de estas consideraciones debemos tomar en cuenta que no es posible acondicionar un espacio aislado para el estudio de dichas manifestaciones de la naturaleza, a pesar de todas estas adversidades los científicos han podido desarrollar instrumentos que ayudan a la población civil a estar en alerta ante los efectos de estos fenómenos, pero por las mismas circunstancias adversas en su estudio reconocen la falta de datos en los mismos y ningún científico que tome en serio su trabajo de años de datos acumulados sería capaz de afirmar que han llegado al punto de poder predecirlo.

Charlatanes y oportunistas con el afán de protagonismos creen que pueden interpretar una serie de aciertos aleatorios como una capacidad innata de interpretar (no de conocer o de saber) aquello que los especialistas no se atreven a decir o afirmar con la consciencia de sus limitantes, y encima de todo los acusan de negligentes y de guardarse información para “sus propios intereses” buscando generar desconfianza en la población en general.

El conocimiento científico ha requerido de años de trabajo para acumular información que sea en verdad útil y aquellos que desconocen su funcionamiento y acusan a aquellos que sí lo tienen, deberían estar censurados en su capacidad de hablar y difundir aquello de lo que claramente desconocen.

jueves, 31 de agosto de 2017

La vida precoz y breve de El Paso Express



Fue anunciada como una de las grandes obras del sexenio de Enrique Peña Nieto, se presentó como uno de los grandes avances en infraestructura y como un ejemplo de desarrollo para la región; sin embargo resultó ser una ejemplo de cómo es que, ignorar las normas básicas de desarrollo sustentable, puede acarrear consecuencias fatales como las que ocurrieron en dicha vía el 12 de julio de este año al abrirse un socavón que cobró la vida de dos personas.

Para alcanzar el desarrollo sustentable es indispensable considerar la opinión de los involucrados y los afectados por el proyecto, que en este caso fueron los pobladores de las regiones aledañas a El Paso Express, sin los cuales no se pudo haber liberado el derecho de vía, y en cuyo caso consta en los tribunales agrarios por un lado la falta de pago de terrenos por lo cual no contaba con los documentos que pudieran comprobar la propiedad de los inmuebles en la zona de Chipitlán, destinados mayormente para uso agrícola, situación que dificultó la liberación del derecho de vía y obstaculizó el desarrollo de la obra extendiendo el tiempo previsto de su construcción quedando asentado que para el cumplimiento de la obra era necesaria una recalendarización del proyecto.

Según el estudio de impacto ambiental que se presentó para obtener la licitación de la obra, los estudios de campo constaron desde la interpretación de mapas y cartas existentes que determinarían los aspectos geológicos de la vegetación natural, para reducir las posibles afectaciones al uso de suelo, sin embargo sabemos que este método cartográfico tiene limitaciones considerables al no tener una evaluación profunda de las características del suelo pues este método solo sobrepone gráficamente una imagen sobre otra, ambas en transparencia, y que para una obra de las dimensiones como lo fue El Paso Express claramente quedó corto en sus diagnósticos.

Del mismo modo en el apartado II.3.2.3 de dicho estudio se manifiesta que no existen sitios alternativos para la construcción del libramiento, pues el espacio considerado reúne las condiciones necesarias, esta incongruencia choca completamente con los requerimientos de un estudio de impacto ambiental serio que considere alternativas de ubicación para la construcción de la obra.

Pese a estas indicaciones y fallas en el proceso de licitación la obra se llevó a cabo, terminó por construirse una vía de afluencia de 5 carriles para mitigar el tráfico en la zona, en el año 2014 y se puso en operación el primero de abril del 2017 y desde un inicio se manifestó la mala planeación de la obra pues. En su momento se informó a la SCT de por lo menos 67 accidentes sin precisar el número de muertos y en lo relativo a la estructura de la obra quedó de manifiesto que la tubería de desagüe no contaba con la capacidad hidráulica suficiente para las avenidas ordinarias de agua que escurren por la barranca de San Cristo (Excélsior 26 de julio) Derivado de esta situación en ese mismo mes la secretaría de desarrollo sustentable tuvo que drenar el lago del parque y reserva ecológica “Barranca de chapultepec debido a que la obra la había contaminado con lodo y aguas negras (Milenio 13 de julio) Como un aviso del mal diseño de la obra es que producto de los trabajos de los trabajos de construcción, una gran cantidad de lluvia y aguas negras colapsó varias bardas y terminó por caer dentro del lago, afectando también a otros sectores del parque como una zona de criadero de peces (Milenio 13 de julio). Organizaciones ambientales como el Grupo Guardianes de los Árboles denunciaron la tala de por lo menos 3 mil árboles sanos para la construcción de la via.

La evidencia inviabilidad de la obra la puso de manifiesto su análisis de costo beneficio. En un inicio se proyectó para terminarse a mediados del 2016 y se inauguró prácticamente un año después y el costo se duplicó de mil 050 millones a mil 2000 millones (Excélsior 12 de julio) la justificación de las autoridades de la SCT ante ese aumento en el tiempo y costo de construcción de la obra es que se debieron a la necesidad de hacer obras inducidas y trabajos no considerados en el plan inicial provocando la falta de cumplimiento de pagos a los propietarios de los terrenos y el atraso en la obtención de los derechos de vía.

La falla en el estudio de costo beneficio con dichos excedentes no fue la única, pues como ya mencionamos se afectaron los intereses de la población aledaña y los puso en contra de las obras; pero más allá de eso, otro de los puntos fue la falla en sus estudios de impacto ambiental pues no solo eran necesitados estudios de impacto en el suelo de la región; claramente se omitieron los estudios del recurso hídrico y el de daños a los ecosistemas ya que hubo una gran contaminación del lago artificial del Parque Ecológico en Barranca de Chapultepec pues las aguas provenientes de las lluvias se mezclan con aguas residuales y llegan, a través de un colector, hacia el caudal del río que abastece normalmente de agua limpia y que llega al final del lago, donde peces, patos y tortugas son afectados directamente en esa zona, así lo informó la directora del Parque, Adriana Fabiola Pérez Vega, quien dijo que la Secretaría de Desarrollo Sustentable interpuso una demanda por afectaciones a la ecología ante la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa). Dicha denuncia aparece en esa dependencia con el número de folio 1702769, fechada el 15 de julio de 2016, donde acusan a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), dependencia encargada de la obra del Paso Express, la cual ha originado esta problemática, “hemos estado en recorridos y pláticas con los de la SCT, donde se ha constatado los daños originados por la obra y lo han aceptado, pero hasta la fecha no se ha hecho más por subsanar el problema.” (Diario de Morelos 12 de julio) Derivado de las constantes fallas y evidencias de la mala planeación y la afectación del parque recreativo, la autoridad contestó por medio de un comunicado emitido el 6 de abril un compromiso para el desazolve y rehabilitación del espacio afectado: “El compromiso es que este espacio esté listo para que los visitantes que acuden al Parque Chapultepec durante las vacaciones puedan disfrutar de esta área”, refirió el director general de Áreas Naturales Protegidas de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), Julián Morán Altamirano; y acotó que otro de los compromisos que se estarán atendiendo por parte de la SCT sería el retiro del cárcamo que descargaba las aguas de la autopista en el lago, para ser enviadas a un colector que desemboque en la planta de tratamiento de Acapatzingo. (Comunicado dela Secretaría de Desarrollo Sustentable, 16 de abril 2017). Al final sucedió lo inevitable: la tierra se reblandeció y se abrió un socavón de 5 metros que se tragó un automóvil y dentro del cual murieron 2 personas por asfixia; de la maravilla de obra proyectada no quedaron más que escombros y un paso inhabilitado por los trabajos de reparación de la vía. La naturaleza hizo su trabajo al permitir que la afluencia de lluvia desgajara el suelo y provocara la tragedia. A la postre han venido una serie de justificaciones que deslindan tanto a la empresas como a las autoridades.

Pero la realidad es lo que consta en los documentos oficiales emitidos por los probables responsables de esta tragedia.

Para empezar en un documento donde las empresas responsables hacen una descripción de la obra se resaltan algunos puntos que dan cuenta de que el mismo consorcio Aldesa – Epccor conocían de las limitantes del proyecto pues describen como afecta a un corredor ecológico, resalta que a la fecha de elaboración de la Manifestación de Impacto Ambiental, no se ha realizado trámite alguno para la adquisición de los terrenos que resultarían afectados por la construcción del libramiento, sin embargo se iniciarán previo a la etapa de construcción; y se llevara a cabo un estudio técnico evaluativo para el cálculo de la indemnización del derecho de vía; y se reconoce la afectación de los terrenos de cultivo, resalta también que no se encuentra en ninguna área natural protegida ya que sólo “toca los límites” del corredor ecológico Chichinautzin. Reconoce de igual forma este documento que: En la época de precipitaciones ciclónicas pueden presentarse problemas de inestabilidad y de erosión en taludes que requieran ser reparados; por lo que respecta a los cauces de los arroyos será indispensable la construcción de obras de drenaje que permitan el flujo continuo del agua pluvial; otro de los señalamientos destaca la pérdida del área de infiltración pluvial, por la aplicación del pavimento a lo largo del trazo, provoca cambios permanentes. Otras afectaciones pueden ser generadas por el equipo y maquinaria de construcción, tales como la emisión de gases, posibles derrames accidentales de combustibles y/o lubricantes de los mismos.

Lo más curioso de esta construcción es que la autoridad gubernamental destaca en un comunicado de la PROFEPA emitido el 27 de julio de 2015 que el proyecto denominado “Ampliación del libramiento Cuernavaca tramo del kilómetro 79+620 al kilómetro 94+260”, está exenta de Manifestación de Impacto Ambiental por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).

Para finalizar el consorcio informa en un comunicado emitido el 12 de julio de 2017 que está colaborando ampliamente con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para determinar las causas del accidente así como para restablecer la normalidad al tránsito en esta vía lo más pronto posible.

Al final de este recuento de la vida de esta obra que fue anunciada como uno de los grandes logros del sexenio podemos observar que se pueden evadir los requerimientos de una estudio de impacto ambiental y las consideraciones que este pueda sumar a al proyecto original, sin embargo no es necesario solo un estudio de impacto ambiental, sino también considerar al medio ambiente y al ecosistema como un ente integral que al verse afectado en uno de sus elementos, puede extenderse al resto de ellos y afectar no solo a las estructuras colindantes de la región, sino afectar la vida de los ciudadanos, que han hecho de la agricultura y del ecosistema un modo de vida.

Por su parte las autoridades podrán ignorar los estudios de impacto ambiental y permitir que las obras de infraestructura se ostenten como los logros más importantes de un gobierno en tránsito, pero al final de cuentas el medio ambiente reclamará lo que por derecho le corresponde y provocará grandes pérdidas no solo estructurales como las que sufrió la obra, sino también sociales al afectar el estilo de vida de los pobladores, haciéndoles perder la tranquilidad y afectando sus actividades económicas y peor aún, las pérdidas humanas que son irreparables para las familias.

Si de un inicio la empresa reconociera la inviabilidad del proyecto resultado de un efectivo análisis de Costo – Beneficio donde un precio de la obra se dispara a más del doble podría en alerta a los constructores de los peligros de dicha obra y podría habilitar las consideraciones necesarias para ajustar al proyecto a unas dimensiones de menos impacto para el medio ambiente y con menos repercusiones fatales para la población.